Fiingiida Feliicidad..

Seguir una linea, mantenerla y poner tus propias reglas, solo tuyas y de nadie más.
Las rompes y luego te atienes a las consecuencias; empiezas a no dormir, lo que antes te costaba minutos ahora te cuesta unas horas, te desesperás y pierdes tu cualidad llamada paciencia, quieres todo YA. Deja de ser un capricho para pasar a ser una necesidad; los castigos a tus faltas cada vez se tornan más morbosos. Pierdes el control de tu ser, un día eres una persona y al siguiente también una persona pero totalmente diferente a la anterior. Lo que se llama personalidad se va deteriorando a medida que pasan los días, no sabes quién eres pero sí sabes lo que quieres ser; ese 'querer ser' es tan abarcativo que dejas de vivir la actualidad, el hoy, el presente para vivir esclavo de tu disconformidad tratando de hallar tu aprobación, tu aceptación pero cada vez aumenta más tu obsesión por la perfección que hasta en lo perfecto encontrás el mínimo defecto y vuelves a desfallecer. Vives en el mismo espacio físico que cada habitante de la tierra pero tu espíritu vuela por el mismo cielo que muy pocos pueden sobrevivir. Tu esencia deja de serlo para ser un puro accidente de tu obstinación.
No sientes la presencia de tu alrededor, solo ves cuerpos y nada más; ningún alma que sepa comprender tu estado, ningunos ojos que vean lo que observas, ningún par de oídos que oigan lo que tu cabeza manda, ninguna mente que sienta y viva lo que pasa por cada minuto de tu vida. Desconfías hasta de tu propio reflejo y sientes el frío de la soledad, vez la salida, esa luz que alumbra y promete un sol abrigador pero corres en sentido contrario porque no quieres sentirte un cobarde que no sabe afrontar sus metas o lo que el destino le esta imponiendo. Te vuelves aislada silenciosamente y exigente sin resultados. Vez tu ser como un verdadero fracaso de la creación del hombre y te averguenzas de ti mismo, te castigás pero el dolor nunca es lo suficientemente desgarrador y ahí te das cuenta que eres un cuerpo sin vida que solo esta viendo su organismo en descomposición y recordando los principios de su estado actual.